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Si todo el planeta nos afirma que las sectas son peligrosas es por algo. Generalmente o bien terminan dejando a un lado de la sociedad a sus miembros o bien les emplean sexualmente sin reposo. Este chaval joven ha caído en una secta y la primera cosa que hace en la iniciación es comerle la polla a su líder, pues el hombre sabe de qué manera hablarle y persuadirle. Sin embargo, el líder supremo de la secta asimismo es una persona de bien y le devuelve el favor a su nuevo recluta haciéndole una felación a fin de que asimismo pueda descargar la corrida que lleva amontonando a lo largo de horas.