Soy una puta infiel, lo reconozco, no tengo dignidad alguna, mi caliente coño es el guía de mis actos y no soy más que una pequeña zorra que se obsequia al primero que pasa. De esta manera es la vida de una puta infiel como , y acá os traigo un vídeo en el que engaño a mi esposo con el pediatra de mi hijo ¿que si me siento culpable?, puesto que más que culpable me siento sucia, me siento una perra enferma de sexo, siempre y en toda circunstancia me siento de esta manera al concluir de coger con alguno de mis amantes, esa es la realidad, mi realidad, la realidad de una mujer casada y también infiel que no sabe vivir sin mentir a su marido, ¿y tu? ¿me dejarías mamarte la verga?…
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