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El shock que se lleva esta zorrita asiática cuando llega a U.S.A. y comienza a ver hombres corpulentos como estos negros es total. La tía siempre y en toda circunstancia había estado rodeada de chicos asiáticos que tienen la polla pequeña y que son unos tirillas, con lo que el cambio la deja desvariada. No se puede resistir a la tentación de meterse 2 pedazo de pollas en la boca y de darles permiso a fin de que la enculen y la follen todo cuanto deseen. Es su primer día de trabajo en la lavandería y se pone hasta arriba de joder a lo desquiciado, con lo que seguro que jamás se vuelve a su país.