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La vecina de al lado tiene unas enormes tetas exquisitas y toda vez que este tío la ve, se pone muy caliente y le dan ganas de tirársela. El día de hoy la coge en medio del parque y allá mismo comienza a toquetearla. La zorra se deja hacer de todo, pues es una viciosa a la que le chifla que le destruyan el coño. El vecino le mete los dedos, realmente fuerte, por su orificio y la muy puta se corre de gusto. Con tanto meneo, la guarra termina empapada y este suertudo le echa una buena corrida en sus tremendos melones.
