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Las vacaciones de un matrimonio liberal como este cada vez son más amenas desde el instante en que se han habituado a buscar chicas a las que follarse en sus instantes más íntimos. Esta vez se han ido a París y han buscado a una joven pelirroja francesa que está presta a dejarse llevar por las ganas de hacer un trío de lo más vicioso. El marido tiene suficiente polla y resistencia para las 2 y a la mujer le chifla poder sentir el coño de la francesa en sus labios, conque no hay ningún género de inconveniente a fin de que la pareja disfrute plenamente de la zorra.