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La madre no está en casa y este hombre ve la ocasión idónea para hacer lo que llevaba tanto tiempo deseando: meterle la polla en su coño virgen a su hija. La empieza toqueteando en el sofá y abusando de sus tetas, que son muy grandes teniendo presente lo joven que es. Tras estar comiéndole el coño para dejárselo empapado, lo que hace es ponerse en su espalda y deslizar su polla en el coño de la cerda. La folla a 4 patas sin sentimiento y hace que la hija grite sin parar por lo bien que la penetra.