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En los buses nipones puede pasar cualquier cosa, en especial a las mujeres que semejan indefensas. Este tío sube al autobus y ve a una chavala atractivísima que duerme, conque se aprovecha de ella y termina haciéndose una paja delante de ella. Al comienzo no se lúcida, mas cuando comienza a frotar su polla contra su pecho ya no hay vuelta atrás y la chavala abre los ojos desconcertada con lo que pasa. Sin embargo, como es una habitual nipona sumisa, no puede resistirse y deja que el tío prosiga con la paja y que aun agarre su mano para asistirle a sacarle la leche.