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Este hombre ya se imaginaba que su esposa le ponía unos cuernazos bestiales, con lo que esta vez ya antes de irse a trabajar dejó una cámara grabando lo que ocurría en el salón. Tras un rato vuelve a casa ya antes de tiempo y coge a la guarra a 4 patas mientras que se la está follando otro tío. Se ponen a luchar, se insultan y después el marido le afirma al amante que salga echando ostias de su casa. La mujer asimismo sale huyendo y va de manera rápida a por la cámara pues desea tener la prueba para el divorcio.