Chupándosela al tío Juan ¡pese a ser gordito tiene una polla deliciosa!

En agradecimiento por no haberme dejado en la calle cuando mi papá me abandono, decidí darle una tarde de placer al tío Juan. Este señor me crio como debe ser, en ocasiones ponía mano dura y en ocasiones era tiernísimo conmigo. Su mujer lo había descuidado por otro hombre y estaba destrozado, no sabía de qué manera animarlo nuevamente; conque una noche me puse a meditar sobre él y sabía que a mi tío lo que le faltaba para estar animado era un buen encuentro sexual. Primero trate de que unas de mis amigas follasen con el mas a esas putas no le agradaba, conque me decidí hacer ese trabajito yo; realmente no la pase nada mal, pese a estar gordo, el tío Juan tiene una polla deliciosa.