0 views
Para muchos ginecólogos uno de los placeres de su trabajo es realizar la exploración de las mujeres que pasan por su consulta y después follárselas si no ponen oposición. Mas este viejo solo desea explorar el coño de sus pacientes y abrirlos al límite para poder ver hasta dónde dan de sí. Sabe que cuanto más se abren es que les han metido más pollas y más objetos grandes, con lo que se pone muy caliente y goza del instante imaginando lo puta que es cada una de las pacientes que pasan por su consulta. Alguna seguro que se pone cachonda y le solicita que la folle.