0 views
Tener todo el día por casa el pollón de su primo es una cosa que no le va nada bien a esta estudiante, pues se desconcentra demasiado imaginando que lo tiene en la boca. Al final se llena de valor y se aproxima al tío para decirle lo que piensa y que precisa probar su pollón. El primo se lo pone sobre el libro a fin de que vea lo grande que es y después empieza con la felación. La follada que echan después es intensa y salvaje, con la zorra gozando de cada instante en el que siente de qué manera se le mete todo el rabo dentro.