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Hallar indigentes con ganas de sexo no es lo más frecuente, pues suficiente tienen los pobres en su vida para meditar en meter la polla en caliente. Mas si les viene una indigente como ellos a decir que le apetece que la follen, extrañamente se niegan a agradarla. Esta vieja se folla a 2 de los mendigos con los que comparte la calle y les come las pollas aparte de dejar que ahonden bien en ese coño piloso que seguro que no se ha lavado en un montón de días. Y los chorros de semen seguro que se los disparan dentro para dejarla todavía más pringosa.