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Mientras que esta joven zorrita habla por teléfono, no se da cuenta que entra un ladrón en su casa y comienza a espiarla hasta el momento en que, aprovecha un instante y la ataca para darle lo propio. El tío abusa de esta pija en la cocina de casa de ella, obligándola a chupetear hasta atragantarse y después, le quita los pantalones para abrirle bien el coño y meterle unos tremendos puntazos. La puta no para de chillar, la está destruyendo el suertudo y cada vez le da considerablemente más fuerte, desea rellenarle el coño de semen a la muy guarra.