Lúcida a la empleada y la utiliza tal y como si fuera su puta

El hijo de esta acomodada familia ha agarrado una costumbre feísima, y es que todos todos los sábados por la mañana la primera cosa que hace al levantarse es ir al dormitorio de la empleada de la casa y se la folla, la utiliza tal y como si fuera su puta, tal y como si fuera un pedazo de carne siempre y en todo momento libre para él. Y es que el señorito de la casa comprende que las empleadas deben hacer todo cuanto se les afirme, y si el jefe desea sexo debe poner el trasero, si no lo hace ¡despedida!. De este modo se crían estos pequeños de papa, antojadizos y consentidos…