Mira cariño, soy tan puta que me estoy follando una polla negra

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El marido de esta pedazo de rubia es un cornudo permitido, uno de esos que gozan viendo a su mujer follada por otros hombres. De ahí que la tía hace lo que le sale de los huevos y se folla a quien desea. Lo hace a sabiendas de que su marido se pajeará mientras que la espía por la cámara de vigilancia. Esta vez llama a un tío con una buena polla negra y mientras que comienza a besarse con él mira a la cámara para decirle a su esposo que mire lo puta que es. Entonces la folla salvajemente haciendo que grite sin parar por lo enorme de su rabo.

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