No le basta una polla en la concha ¡la perra desea una en el trasero asimismo!

Esta es una de esas historias que poquísimos creen mas que de verdad suceden. Acá vemos como estos productores llevaron a la realidad una historia de unos secuestradores que se follaron a una de las policías que hacía las negociaciones de liberación de los rehenes. La tía se mete al galpón donde están los secuestradores y hace un trato con ellos impensable para alguien más; la cerda le ofrece a los criminales liberarlos tras un corto tiempo en la car, aparte de eso, les sacara la leche ahí mismo en el galpón, delante de los rehenes, satisfaciéndolos en lo que le soliciten. Los maleantes sabían que no tenías escapatoria y que el trato que le ofrecía la mujer era algo a lo que no se podían negar, conque se follaron a esta policía ninfómana y le pusieron una mascarilla de leche caliente en su semblante ya antes de liberar al mundo entero.