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Echar un polvo con la zorrita de su hija es algo a lo que esté hombre jamás afirma que no. Sabe que tiene una hija ninfómana que precisa estar follando la mayoría del día y toda vez que su mujer sale de casa por trabajo, aprovecha para clavarle la polla. La hija sabe realmente bien de qué forma debe moverse, montándose en el rabo de su padre para cabalgar como una joven obediente. Al final el padre es el que toma las bridas de la follada y se la clava tan fuerte como puede pues es lo que desea la muy puta.
