Vídeos como este se han utilizado como prueba en el juicio que ha llevado a que este quiropráctico acabe en la prisión de el país nipón. El hombre abusaba de ciertas de sus clientas a las que veía singularmente receptivas o bien demasiado indefensas o bien sumisas para poder contarle a absolutamente nadie lo que había pasado en su consulta. Siempre y en toda circunstancia empezaba de forma normal con el tratamiento, mas entonces va llevando a su clienta cara un estado de relajación en el que no tiene inconveniente para follarla. Cuando ha terminado con su coño se corre dentro de ella o bien fuera en dependencia de lo que le apetece y manda a sus clientas a casa obligándolas a decir que no van a contar nada.
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