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El muchacho estaba reposadamente haciéndose una pajilla matinal ya antes de salir a la universidad. La perra de su hermana, sin aviso alguno, entro a la habitación del su hermano y lo cojo con la polla en la mano. Al comienzo la malvada rubia se ruborizo un tanto mas, al verle bien la polla a su hermano menor y ver que el cabron estaba suficientemente duro, la niña dejo los tabúes familiares a un lado y se liberó con él, diciéndole los deseos íntimos que tenía con él y dejándose joder por el muchacho ¡dios! qué mujer tan puta, la perra le comió todos y cada uno de los huevos a su hermano.