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A esta pedazo de puta siempre y en todo momento le había hecho ilusión meterse en una sesión de bondage, y cuando ha encontrado a un tío que se lo ha ofrecido no ha dudado ni un segundo en admitir. Lo que probablemente no imaginaba es que el cabrón la iba a utilizar de una forma tan violenta y sin sentimientos, aprovechando que está atada para hacer lo que desee con su cuerpo. Y eso significa mirarle a los ojos y decirle “te meteré la polla por el culo” por más que la tía le hubiese dicho ya antes que el único orificio que no le dejaba era ese.
